domingo, 10 de julio de 2011

MÁS QUE UNA BUENA COMPAÑIA.

Tras un viaje agotador, con aviones, aeropuertos, taxis, autobuses... llegué a Toledo el pasado sábado.
Allí me quedan pocas amistades, pero esas amistades serán para siempre. Pasé tardes largas con mi amiga Sofía, sin hacer nada especial, pero tuvimos INTENSAS conversaciones que me encantaron.


Hacia meses que no veía ni a Sofia, ni a mi queridisima amiga y confidente Vico, asique ella me invitó a Layos, su pueblo del alma.
Era la primera vez que iba, y claro, era de esperar que me pasara algo.
Yo pensaba que el autobús paraba solo en su pueblo, pero no, asique CASI me paso la parada, y podía haber llegado hasta Ciudad Real. 

Tras ese pequeño incidente, nos dirigimos a su restaurante, ¡QUE RECOMIENDO!, a saludar a su madre. Después fuimos a la piscina donde hicimos estas estupendas fotos, y después nos dirigimos a comer a su restaurante unas croquetas que... UMMMM. 

Al rato, tras cotillear VOGUE, ELLE, y todo tipo de revistas, me dirigí a coger otra vez el autobús camino de mi querido Toledo.








No hay comentarios:

Publicar un comentario